Iba a empezar esta carta diciendo: “Estimado Pablo Iglesias”, ¡pero no! Usted no se merece ese trato porque por muy temprano que se levante no es un señor.
Mira Pablo, en el tiempo que llevas en política has cambiado de opinión unas cuantas veces. A mí, personalmente, me dijiste que el asunto de la independencia de Catalunya era “único y exclusivamente un tema que de los catalanes”. Claro, entonces todavía no existía Podemos y lo veías todo con otros ojos (desinteresados). En ese momento no tenías nada que rascar. Más adelante, cuando descubrieron que eras alguien que movía masas y podías sacarle jugo al tema, apareció aquello de acabar con la casta. Ese era todo tu discurso. Todo para ti era casta, todo y todos menos aquellos que te apoyaban. Fue entonces cuando empezaste a ir en contra de los catalanes, en contra, si fuera necesario, del derecho a decidir. Porque tu no aspiras a un sillón, tu aspiras a algo más que eso, aspiras a un palacio que se llama Moncloa.
Posiblemente otro Felipe González con un poco de miramiento hubiera podido engañar a un montón de gente como lo hizo en su día, pero siento decepcionarte. Tu no llegas a ese nivel, porque se te ve el plumero, o mejor dicho, la coleta. Aún recuerdo la entrevista que te hizo Monica Terribas, en la que te pregunto por el corredor del Mediterráneo y no tenías ni idea de que te hablaba.
¿De verdad te crees legitimado para darnos lecciones? ¿Vienes aquí, a un país en el cual el 70% de su sociedad tiene orígenes fuera de Catalunya para hablarnos de etnicismos? Esos hijos de andaluces a los que te refieres que deberíamos ir a votar para echar a Mas y a Rajoy no van a allanarte el camino del palacio donde tu quieres ir a vivir. Esos hijos de andaluces, extremeños, gallegos y de todas partes de España, nos sentimos tan españoles y tan catalanes como los nacidos aquí y votaremos independencia, muy a tu pesar. Nos consideramos de aquí y lo que queremos no es deshacernos de nadie, lo que queremos es construir un país nuevo por el pueblo y para el pueblo.
Con la Constitución que tu quieres cambiar, haz lo que creas con ella si eres tan bueno como para ponerte de acuerdo con el PP y PSOE. Eres como ellos, no engañes porque sabes que, ni tu, ni nadie sin dos tercios de las dos cámaras podrá cambiarla. ¿O has pensado por un momento que tendrás una mayoría jamás conseguida? Si piensas así, dos cosas “o eres un pobre iluso” o piensas seguir engañando a la gente con falsas esperanzas de cambiar España.
Deja que los catalanes decidamos por nosotros algo tan democrático como votar nuestro futuro político, porque catalanes somos también esos hijos de andaluces, extremeños, gallegos y de todas partes de España que hemos plantado nuestras raíces en esta tierra que nos dio oportunidades.
Tal y como contestaste a mi correo, el tema de Catalunya es exclusivamente de los catalanes.
Atentamente,
Eduardo Reyes