La Vía Intermedia: dormíamos pero despertamos (3/3)

El preu de la llibertat

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Dormíamos y, entonces, la gran Historia vino a sacarnos de la cama para despertarnos.

Decía Ortega que cada generación tiene una misión histórica que cumplir y los jóvenes deben intervenir activamente en dicha misión. Decía Antonio Machado, el bueno de los hermanos, que si no haces política otro la hará por ti y seguramente contra ti. Y cuentan las crónicas que, hace 10 años, nació en la Puerta del Sol un movimiento transversal que sacó a los jóvenes a las calles para reclamar aquello por lo que la gran historia los requería. “Dormíamos, despertamos”.

La transición contada a nuestros padres se encontraba en el año 2011 débil, con una partitocracia que no era capaz de dar soluciones a una generación perdida. La primera generación llamada a vivir peor de lo que vivieron sus padres. El 15M vino a constatar que era necesario en España un movimiento transversal que empezara desde abajo y, desde esa estructura, movilizara y erigiera una nueva política que fuera capaz de crear lazos de comunidad que aumentaran el vitalismo, el debate y participación de la sociedad en la política española. El 15M vino para decir que la política es una cosa de todos y no sólo de unos pocos. El 15M vino, y tan sólo por ello vale la brindar, para recordarnos lo que es la democracia.

Pero ¡Ay, democracia! Desde siempre, los de siempre han querido desligarte de la política. Han dicho aquello de “usted haga como yo y no se meta en política”. Han dicho que son “agnósticos políticos”. Han dicho que todos son iguales. Han dicho que ni de izquierdas ni de derechas, ni machistas ni feministas, ni fascistas ni antifascistas. Han dicho de todo con la intención de desprestigiar la política y desligarla de la democracia. Pero la Historia, y también la memoria, siempre serán un obstáculo para que logren su objetivo.

Porque no se puede olvidar que la política es un patrimonio de los de abajo para poner límites a los de arriba. La democracia no es sólo un sistema en el que partidos políticos o diversos líderes se alternan en el poder. La democracia es un movimiento histórico que sirve para que la política sea una cosa pública, una cosa de todos. Porque nunca ha hecho falta la democracia para que los señoritos de turno, hijos y nietos de señoritos de turno, sean alcaldes o diputados. Pero sí hace falta la democracia para que un agricultor, una cajera o un maestro de escuela puedan ser diputados o alcaldes. Hace falta democracia y hace falta hacer política.

Estamos hoy en la España de 2021, en la Europa de 2021 y en el mundo, en un momento clave en el que, como en otras ocasiones de la historia, las sociedades tienen que escoger entre la resignación y la rebeldía. La rebeldía entendida como la búsqueda del conocimiento, la capacidad de reflexión, la capacidad de la duda y de la inquietud. Pero estos no son sinónimos de indefinición como pudiera parecer. La indefinición es lo que mata todo proyecto vital. La rebeldía es hoy tener un proyecto definido de país, de sociedad y de comunidad. Es “programa, programa, programa” frente a las campañas vacías. La rebeldía es hoy hacer política, sea donde sea.

Y la Vía Intermedia (la vida política aristotélica) es en definitiva la defensa del valor de las ideas y de la organización del debate público alrededor de ellas. Debate que se efectúa gracias a las palabras que son letras que se juntan, se van sucediendo y van cayendo en cascada. Y se van uniendo, recreando y espaciando formando así una conversación o unas líneas del capítulo de un libro. O de un artículo de internet. El lenguaje y las palabras son un don que nos hace pensar. Pues las palabras se humanizan y se convierten en ideas. Y las ideas después se convierten en movimientos sociales que mediante la política crean y transforman la sociedad. Defendamos y cuidemos las palabras y defendamos y cuidemos las ideas. La historia de la humanidad siempre ha caminado alrededor de ellas. No dejemos que nos invada la resignación y nos las quiten de nuestras vidas. Rebeldía. Rebeldía para continuar con la misión histórica que comenzó hace 10 años en la Puerta del Sol. Rebeldía y un brindis: por las palabras, por las ideas, por la democracia y por la política.

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Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá Dios que será divino… yo me muero como viví. Gracias, Pablo

♦ “Nunca nos llevamos del todo bien porque nunca nos entendimos del todo bien. Pero qué le vamos a hacer… somos de izquierdas”. Gràcies, Jordi

Y ruede la rueda, y gire la noria. Gràcies, Revista Mirall

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