Y ruede la rueda, y gire la noria

El preu de la llibertat

Des del 2013 a Revista Mirall hem treballat per fer realitat un espai de periodisme valent, crític i combatiu. Seguim en peu gràcies al suport voluntari dels nostres subscriptors. Suma't des de només 2€/mes

“¡Qué hostia, coño! ¡Qué hostia!”. Con una única y maravillosa expresión, resumió Rita Barberá lo que le ocurrió al Partido Popular valenciano en las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Revisen el vídeo y guarden en su memoria esta frase, pues la del 24 de mayo de 2015 fue una noche histórica para España y para el territorio valenciano. El PPCV dejaría de gobernar la Comunitat y a su vez, la ciudad de València. Tras 20 años, la hegemonía de la derecha se derrumbaba.

Para consolidar la “hostia” hubo que inventar algo. Una fórmula arriesgada pero necesaria, pues no había un único partido con holgada mayoría para gobernar. Tiempos excepcionales requieren medidas excepcionales. El PSPV, Compromís y Podem firmarían el acuerdo del Botànic, con el que accederían al gobierno valenciano. Y una vez instalados en el poder, llegaba lo más difícil, hacer por quedarse.

Había ilusión en 2015 en la sociedad española. Una nueva generación llegaba a las instituciones, con un apoyo enorme de los jóvenes y con la incipiente llegada de las redes sociales como nueva herramienta en la política. El debate político, económico y social estaba en la calle, en los institutos y por supuesto, se agudizó en los verdaderos templos del saber, las barras de los bares. Parecía un nuevo tiempo, destinado a una nueva generación. Pero, cuidado con las expectativas, porque la “hostia”, esta vez, cayó en el otro bando en las generales de 2015/2016. Como dijo Antonio Gramsci, “ell viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro, surgen los monstruos”.

La desilusión fue el monstruo de mucha gente. Y es que, de la ilusión a la desilusión hay un paso, o mejor dicho, un renovado gobierno del PP. Apoyado por aliados naturales, y no tan naturales, Rajoy nos está gobernando “cuatro” años más. ¡Y qué largos se nos están haciendo!

Decía el filósofo Krahe que el humor y la ironía no son armas, sino un escudo. Están destruyendo ese escudo. Lo están destruyendo todo. ¿Qué queda? El “anarcosudapollismo” de Quequé, la opción de la desilusión. Porque en un país en el que hay que defender valores y derechos tan fundamentales como la libertad de expresión, y donde la conciencia crítica brilla por su ausencia solo queda eso: desilusión.

El gobierno valenciano llegó con cinco puntos en su acuerdo: rescatar a las personas, la regeneración de la democracia y lucha contra la corrupción, gobernar para las personas, un nuevo modelo productivo y una financiación justa y auditoría ciudadana. Después de tres años, parece que la valoración de los valencianos a su gestión es positiva. Por destacar recientemente, la recuperación a manos públicas del privatizado Hospital de Alzira.

Veremos también, en qué quedan las investigaciones a la financiación irregular del PSPV y del BLOC. Las acusaciones de corrupción sacuden la política valenciana de nuevo, y puede ser una gran piedra en el camino para que Ximo Puig revalide la la Presidencia. La rueda ha comenzado a girar. Elecciones are coming.

- Publicitat -

El 26 de mayo de 2019 habrá un nuevo especial de “Al rojo vivo”, una nueva jornada electoral. Con una ilusión infinitamente inferior a la de 2015, el conjunto de españoles afrontaremos nuestro deber.  Expectativas pocas, iremos con precaución y el freno de mano, para no darnos la “hostia” de nuevo. Será cuestión de esperar que el viento sople a favor. Y “ruede la rueda, y gire la noria.”

Rita Miguel Mirall
La hostia de Rita// El Mundo
- Publicitat -