La marea violeta también llega al País Valencià #VagaFeminista

El preu de la llibertat

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“Cada 8 de Marzo celebramos la alianza entre mujeres para defender nuestros derechos conquistados. Fue la unión de muchas mujeres en el mundo, la que consiguió grandes victorias para todas nosotras y nos trajo derechos que poseemos hoy. Nos precede una larga genealogía de mujeres activistas, sufragistas  y sindicalistas. Las que trajeron la Segunda República, las que lucharon en la Guerra Civil, las que combatieron al colonialismo y las que fueron parte las luchas anti-imperialistas. Sin embargo, sabemos que aún no es suficiente: queda mucho por hacer y nosotras seguimos luchando”. Bajo estas palabras, comenzaba el manifiesto del movimiento 8 de marzo: un movimiento que, a pesar de haber sido criticado y boicoteado, ha conseguido, tal y como se proponía, parar el mundo.

La huelga feminista en el País Valencià // Levante
La huelga feminista en el País Valencià // Levante

La huelga feminista, una iniciativa que se ha seguido a nivel estatal, era, desde su mismo planteamiento, una propuesta arriesgada. Las huelgas son una herramienta política utilizada históricamente por el movimiento obrero que, desafiando a sus patrones, visibilizaban la importancia que tenía el trabajo que hacían en las fábricas mediantes paros generales de días, semanas, e incluso años. Para ello, se organizaban sindicalmente, se respaldaban unos a otros y construían cajas de resistencia. La huelga es un símbolo universal de hermandad entre trabajadores, de resistencia al poder. El movimiento feminista, íntimamente ligado al movimiento obrero –por mucho que desde ciertos sectores se le quiera tachar de movimiento parcial e interclasista-, ha tomado el relevo momentáneamente y ha organizado su propia huelga: una huelga donde mujeres de todos los sectores, en cualquier tipo de puestos de responsabilidad, han parado durante un día y se han sumado al grito conjunto que reclama la liberación integral de la mujer en todas las esferas en las que aún somos sometidas por nuestra condición de mujeres. La sororidad es nuestra arma; es la acción multitudinaria la que nos permite seguir avanzando”, reza el manifiesto. Y las mujeres del País Valencià no hemos sido menos.

La huelga feminista en el País Valencià // Levante
Marea feminista en el País Valencià // Levante

El objetivo era parar el mundo, y lo hemos parado. En València, la huelga comenzaba entorno a las diez de la mañana, con cientos de mujeres que se concentraban en las grandes avenidas, cortando el tráfico en las arterias de la ciudad como la avenida Blasco Ibáñez o la avenida de Aragón. En las Cortes Valencianas, la ausencia de las mujeres no ha pasado tampoco en balde: las mujeres del PSPV, Compromís y Podem han secundado la huelga, no acudiendo al pleno, lo que ha dejado una ausencia de la mitad del ejecutivo valenciano, ya que la vicepresidenta Mónica Oltra y otras cuatro conselleras no han acudido a las Cortes. Además, se han sumado a ellas otras 26 diputadas. Como era previsible, sí han acudido las mujeres tanto del Partido Popular como de Ciudadanos. Una gran cantidad de funcionarias y trabajadoras de nuestro Parlamento también se han sumado a la huelga, sosteniendo pancartas en la puerta de las Cortes. Además, una de las acciones del día de la Huelga Feminista ha sido la concentración ante el Rectorado de la UVEG para apoyar a las compañeras de la empresa de limpieza que están pendientes de la subrogación del servicio por parte de la universidad.

La huelga feminista en el País Valencià // Levante
Carteles en la huelga feminista en el País Valencià // Levante

Mujeres de todos los sectores de la sociedad se han sumado a la huelga, que no era sólo laboral, sino también de cuidados, educativa y de consumo. El colofón del día ha sido la marcha de las mujeres, que ha comenzado en el Parterre hacia la calle Colón, Xàtiva y Marqués de Sotelo: las grandes avenidas de la ciudad se han inundado por la marea violeta que gritaba consignas por las mujeres, que sostenía pancartas y que cantaba que ya no tenemos miedo. La marcha estaba organizada en bloques: uno no mixto, formado exclusivamente por mujeres, y otro mixto, donde muchos hombres se han unido al grito común, como el alcalde de València, Joan Ribó. El bloque no mixto ha estado liderado por mujeres de diferentes razas, culturas, orientaciones, con diversidades funcionales o mujeres trans. En otras ciudades del País Valencià, como Alacant, los periódicos han cifrado la asistencia a la manifestación en más de 40.000 personas –aunque muchos periódicos estatales han manipulado las cifras-, y en ciudades como Elx, Oriola o Alcoi se han registrado manifestaciones históricas. En Castellón, las mujeres no sólo inundaron la calle, sino que la playa del Fortí, en Vinaròs, se convirtió en un cementerio a pie de mar, donde han plantado 731 cruces, simbolizando a todas las mujeres asesinadas por la violencia de género desde 2007.

La huelga feminista en el País Valencià // Levante

Mujeres a lo largo de todo el País Valencià han demostrado que la unión hace la fuerza y que tenemos fuerza suficiente como para parar el mundo, pero ha habido una ausencia, la más sangrante y dolorosa, que no hemos dejado de gritar y reivindicar a lo largo de esa jornada histórica: la de todas las mujeres asesinadas por violencia machista, mujeres que, contra lo que rezan los titulares de los periódicos, no han perdido la vida, sino que se la han arrebatado. Por todas las mujeres que han sido asesinadas, agredidas, violadas, por las mujeres a las que han obligado a prostituirse, por las que se encuentran explotadas sexualmente, por las que son utilizadas como mercancía, como producto de consumo, por todas y cada una de las mujeres que han sufrido cualquier forma de violencia machista, hemos parado este pasado ocho de marzo. Pero esto no acaba aquí: no sirve de nada que paremos un día y seamos atropelladas los trescientos sesenta y cuatro restantes. Esta jornada histórica no ha sido más que una demostración de nuestra fuerza común, un recordatorio de que las mujeres hemos venido para quedarnos. Tal y como concluye el manifiesto: “Nos queremos libres, nos queremos vivas, feministas, combativas y rebeldes. Hoy, la huelga feminista no se acaba: seguiremos hasta conseguir el mundo que queremos”.

La huelga feminista en el País Valencià // Levante
La huelga feminista en el País Valencià // Levante
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