Estos días hemos podido observar por los medios de comunicación, las redes sociales y los diferentes grupos comunicativos cómo funciona el odio independentista cuando, personas contrarias a su régimen, alzan la voz y deciden decir la verdad de lo que pasa día a día en las universidades que están secuestradas y al servicio del independentismo catalán.

Unas estudiantes de la UAB grabaron un reportaje para un programa de Antena 3 llamado ‘Espejo Público’ donde explicaban la discriminación que sufrían por el simple hecho de ir en contra del proceso secesionista. Denunciaban ataques a su persona, insultos e incluso amenazas. Esta realidad es la realidad catalana. O estás con el proceso o te lapido públicamente.

Los que se llenan la boca de democracia y de proceso pacífico son los mismos que silencian, avasallan e intentan discriminar a todo el que piensa diferente. Gabriel Rufián decía que los manifestantes del 8 de octubre no eran catalanes. Los líderes del proceso siempre creando la división entre buenos y malos catalanes…

No contentos con lapidar públicamente a la sociedad que va en contra de su proceso rupturista, ahora también secuestran las instituciones catalanas para que los grupos de la oposición no puedan ejercer su trabajo con normalidad. Ni en el Parlament ni en el Ayuntamiento de Barcelona, donde Ada Colau también tiene cerrada la institución para hacer presión contra sentencias judiciales. ¿Qué tal si prueban a dejar de mezclar política y sentencias judiciales? Dejen que los jueces hagan su trabajo sin presiones políticas.

Por algo vivimos en un estado con separación de poderes. Abran las instituciones para que los partidos que queremos trabajar para tirar adelante la sociedad podamos hacerlo con libertad. Dejen de criminalizar a la sociedad que piensa diferente al secesionismo. Dejen que los y las estudiantes estudien con libertad. Basta ya de inculcarles odio, adoctrinamiento y pensamiento único. Enseñen a los alumnos/as a pensar, no a qué pensar.

A la señora Colau le pido que deje de ser el banco de la Generalitat y que ponga el Ayuntamiento al servicio de todos los barceloneses, que deje de suspender comisiones, consejos y plenos por apoyar una idea y un proyecto que nos está llevando a la deriva como sociedad catalana. Y si no son capaces de tirar del barco en el Parlament porque el proceso les supera, dejen paso a los que queremos vivir unidos y en armonía. Convoquen elecciones, por el bien de Cataluña y por el bien de todos los catalanes y catalanas.

Jordi Obón
Conseller de Ciutadans en el Distrito de Sant Andreu