Siguiendo con la temática de la performance feminista y, volviendo a recordar que, el cuerpo de varias artistas feministas es el soporte de la obra, su cuerpo se convierte en la materia prima con el que ellas experimentan, exploran, cuestionan y transforman, hoy, vamos a dar un paso más.
¿Os pensábais que la performance feminista era ya un tema demasiado polémico? Já. A mí me gusta el riesgo. Y por eso, vamos a añadir a la lista la temática del racismo.
Adrian Piper, nació en 1948 y empezó a tratar su propio cuerpo como objeto de arte conceptual, utilizándolo como una mercancía artística sexuada y técnicamente estereotipada. La peculiaridad de Piper se trataba en que fue una artista con descendencia negra pero sin embargo ella era blanca, por eso gran parte de su obra se centró en la lucha contra el racismo.
“Es crucial saber que soy una artista negra que puede, fácilmente, pasar por blanca, y que son precisamente esos términos, ‘negra’, ‘blanca’, lo que mi trabajo pretende criticar”. (Piper Adrian. Por si no se había dado cuenta, soy negra. Revista AntiMuseo. 13 marzo 2014).
En su obra Still. The Mythic Being, Exagera hasta el límite la idea de lo que un macho afro americano supuestamente hace, se dedicará a pasearse tranquilamente por las calles y callejuelas de la ciudad de NY. Con una inmensa peluca a la afro, unas gafas de sol enormes, un bigote y un cigarrillo permanentemente adherido en un lado de sus labios. Cambia de género y exagera sus distinciones raciales. Genera lo que ella misma llama: “Una figura paradójica de liberación”. Vestida como un hombre ciertamente estereotípico, Piper, la mujer, podía hacer lo que le viniese en gana. Su comportamiento cambió: “caminaba arrogante y chulesco, vigoroso, con paso largo, dando saltitos, arqueando mis cejas, levantando los hombros, sentándome con las piernas muy abiertas en el metro, para acomodar sin problemas mis protuberantes genitales”.
Piper buscará, desde este punto de inflexión, el modo de hacer conscientes a los espectadores de sus piezas que se paren un momento a reflexionar sobre los pequeños actos de racismo a los que nos enfrentamos sin siquiera saberlo.
Pone en cuestión y reta las nociones preestablecidas de qué es ser blanco, qué es ser negro y qué es ser mujer.
Miriam Muñoz Valero. Historiadora del arte. La pesada esa que dice que todo es machismo, o @Demenart, la tuitera que todo lo relaciona con el feminismo.