Feminismo: ¿Casta entre mujeres?

El preu de la llibertat

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Entre mujeres reforzadas por la lucha contra el patriarcado hablamos de sororidad, ¿pero entre mujeres culturalmente distintas luchamos en un plano de igualdad o existe una cierta casta? ¿quién es más o quién sabe menos? Me pregunto cómo es posible que en un mundo multicultural, cromáticamente variado y de mil tonalidades ideológicas pueda imperar un solo color: el blanco. Como mujeres negras somos el blanco de la opresión y la clara invisibilización en la lucha: no se nos quiere ver ni oír, somos el escalón de abajo.

Pregunta de mujer a mujer: ¿Luchamos por lo mismo o fingimos luchar por lo mismo? ¿Tomamos las riendas de nuestras palabras o éstas cabalgan acorde a otro pensamiento cultural que no es el nuestro?

Como mujer negra he podido vivenciar como un hombre es más capaz de escuchar, comprender y hasta aliarse a nuestro feminismo negro que un puñado de mujeres feministas blancas en una asamblea democrática, donde no somos más que una minoría étnica con todas las que perder ante el menosprecio latente. La respuesta está en que un hombre que analiza sus privilegios es capaz de ver cómo la opresión a la mujer negra ha sido históricamente distinta, no hace menos de 100 años no se nos consideraba siquiera personas; éramos salvajes a las que domar, a las que dictaminar como ser y pensar. Ahora se nos considera personas pero se nos sigue dictaminando como debemos luchar, se nos ve en un plano intelectualmente y potencialmente inferiores a las eruditas blancas. Una herencia del esclavismo, del apartheid y de la desigualdad actual entre países dichos desarrollados que explotan a otros a los que se les considera subdesarrollados y a los que interesa mantener en un orden de inferioridad.

Hoy día estoy en el paso del camino de de deconstrucción cultural y la descolonización personal, ¿Porque tengo que realizar dobles esfuerzos y hacer dobles lecturas? mi feminismo negro y su feminismo blanco. Ante todo una búsqueda permanente, casi egocéntrica de mi existencia, de mi presencia, de mi visibilización en el espacio democrático en donde sobretodo busco la escucha de la palabra y del discurso que me permitan hacer comprender nuestra realidad y realizar el camino de la lucha antipatriarcal juntas, de una manera justa y sin escalones de por medio.

Entre mujeres culturalmente distintas no cabe la sororidad, sino la alianza. Cabe mencionar que yo misma he sido opresora haciendo uso de mi micro racismo y cierto paternalismo. Cuando tuve a la oportunidad de organizar una mesa redonda sobre empoderamiento de la mujer con dos mujeres marroquís como ponentes, mi intención era dar voz a mujeres sin voz. Me quedé sin palabras, arrinconada escuchando y comprendiendo que nunca podría formar parte directa de su lucha, sino, que después de mucha escucha, lectura y comprensión de sus visiones y vivencias podría llegar a ser una aliada, pero no más.

Es por esto que hago incapié a la alianza entre culturas, una forma de darle más solidez a la lucha antipatriarcal y a la vez terminar con aquello que tanto criticamos y luchamos en contra de los hombres y que se produce mismamente entre mujeres: la casta.

Irina Illa Pueyo. Catalana de raíces afrocolombianas. Estudiante de políticas y monitora infantil. Escribir es una forma de sellar la voz de la que tantas veces carezco mediante la palabra.

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