Zapatero, a tus zapatos

El preu de la llibertat

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José Luis Rodríguez Zapatero pide acabar con los “prejuicios” contra Susana Díaz en Cataluña por ser mujer y andaluza, este es el titular que nos hemos comido de gratis para comenzar bien la semana. Seguramente este tema y el de la lengua sean los que más me enervan cuando buscan rascar votos a cualquier precio. Excelentísimo y honorable expresidente nefasto del Gobierno de España, en Cataluña el 40% de los ciudadanos tenemos ascendencia andaluza, comenzando por ahí. A título personal crecí alternando dos realidades que existen en Cataluña de las que me siento orgulloso de ambas, no son ni mejores, ni peores, son idiosincrasias distintas surgidas de movimientos migratorios distintos.

Vivo en Sant Joan Despí, municipio donde mis abuelos maternos veraneaban hace 70 años mientras su residencia habitual se encontraba en el barrio Gótico justo detrás de la Plaza del Rey. Toda aquella gente de Barcelona la mayoría acabó viviendo en los pueblos donde iban los fines de semana de los que gran parte eran de la futura Área Metropolitana, de tradición catalanista y muy integradora. A la vez he crecido en Vilapicina (Nou Barris), barrio donde acabaron mis abuelos paternos tras venir de Peal de Becerro (Jaén), zona obrera como cualquier otra llena de pluralidad cultural proveniente de toda España. Gracias a la industrialización que tiene Cataluña desde hace siglos esta tierra ha sido uno de los puntos más importantes a la hora de recibir flujos migratorios, entre ellos los andaluces de hace 50 años. Cómo vamos a tener prejuicios sobre los andaluces si somos millones hijos de ellos, solo los cortos de mente como Duran i Lleida y demás calaña que vive en su burbuja de prepotencia hacen alarde de cualquier actitud clasista. También habría que tumbar el mito de “los andaluces levantaron Cataluña”, mito que sobrevive a modo de tener que dar las gracias por haber tenido una tierra que ha servido de hogar y prosperidad para mucha gente, porque no solo vinieron andaluces, también extremeños o murcianos como la familia de mi abuela de Totana. ¿Sabéis por qué los andaluces catalanes no soportan a Susana Díaz? Porque es una nefasta gestora, anticatalanista y además tumba el deseo romántico de muchos de poder volver a una Andalucía próspera y con futuro.

Tuvimos a un President de la Generalitat de Córdoba, tenemos a la cabeza de la oposición venida de Jerez, nos representa a muchos un hijo de andaluces como Gabriel Rufián crecido en Santa Coloma, la primera dama de Cataluña es de Rumanía, ¿de verdad usáis el argumento de la xenofobia y los prejuicios? Solo caminando por Barcelona 10 minutos te cruzas con más etnias, culturas y tribus urbanas que en gran parte de España. Lo peor ya no es lo que ha dicho Zapatero de los catalanes sobre los andaluces, es que ha dicho “por ser mujer” en la misma frase, que es más grave si cabe. ¿Discriminamos por ser mujer? ¿De verdad? Estas cosas aún tendrían un mínimo de credibilidad con un estudio académico detrás hecho por sociólogos o quien sea con rigor, pero viniendo del peor presidente de la democracia española pues no sé si tomármelo hasta bien. José Luis Rodríguez Zapatero, ese que no tenía que ser presidente según la estrategia interna del PSOE mientras Rubalcaba estaba en el microondas, ese grande del Plan E que solo sirvió para quemar billetes, el iluminado, “all day, everyday, bonsais” hablando sobre una tierra a la que hizo una sola promesa importante e incumplió cargando con millones de votos prestados. Hoy más que nunca te pega demasiado el dicho “Zapatero, a tus zapatos”, porque difícilmente apenas caminas por la calle sin cagarte encima, personajillo.

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