La gran estafa de En Comú & Cía

El preu de la llibertat

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Es insultante el cúmulo de despropósitos políticos que suma a su discurso todo dirigente de En Comú y demás derivaciones, nacidos para emerger de esa ambigüedad constante diseñada para gustar en todas las tabernas que existen y que existirán. Comienzan diciendo en debate electoral televisado que los desahucios se pueden parar con acción política mientras en Barcelona siguen los desahucios, soy de Nou Barris y no se han frenado en absoluto. La misma persona que prometía el cielo es la que juraba y perjuraba que jamás acabaría en política, la misma que tacha de mercantilista y elitista la pista de hielo de Plaza Cataluña que montaban los comercios mientras la sustituye por un stand de Samsung. Es divertido ver cómo decían que Trías era un demonio por tener superávit cuando ellos obtienen superávit también, simplemente añaden “de la gente” detrás y solucionado, superávit de la gente, superilla de la gente, el peloteo a la Familia Real y a Florentino Pérez de la gente, superviviendas de lujo en el antiguo edificio Deutsche Bank de la gente y la privatización de guarderías en Horta de la gente. Se justifican de los incumplimientos electorales diciendo que “gobernar no es fácil” y “nos hemos encontrado que hay limitaciones de acción”, perdonad, pero es lo que suele ocurrir cuando jamás has estado en política e intentas obtener la panacea en una de las ciudades más importantes del mundo.

Debate territorial:

Detrás de la acción de gobierno me gustaría enfatizar sobre la postura de los comunes en torno al debate soberanista, porque simplemente es impresionante la cantidad de estupideces que sueltan. Te venden que buscan un referéndum pactado con el Estado mientras la mayoría es del PP, PSOE y C’s, pactar eso conllevaría lograr 2/3 partes en ambas cámaras, disolver para reformar la sacrosanta Constitución, someterlo a referéndum en toda España, que gane la reforma para ratificarla, convocar elecciones y volver a buscar las mayorías de 2/3 partes de ambas cámaras para ejecutar el referéndum pactado. Casi nada viendo que la mayoría de la ciudadanía española está cómoda con el statu quo actual e incluso apoya la recentralización. Dicen que los que plantean medidas unilaterales para un referéndum de autodeterminación son unos locos o soñadores, palabras de Rabell o Coscubiela, mientras pretenden que mucha gente espere las legislaturas que se necesiten hasta que se produzca el cambio de las 2/3 partes en España. ¿Estamos locos? Si en época de crisis donde la gente en España apoyaba más posturas reformistas ganaba el Partido Popular, ¿de verdad creen que surgirá el efecto cambio cuando esa gente tiene la percepción de que el país se encuentra en mejor estado que hace unos años? Al revés, todo CIS y encuestas que salen muestran que el Partido Popular mantendría la mayoría o incluso junto a C’s obtendría la absoluta, sin hablar de un PSOE más reaccionario que nunca en ámbito territorial.

Modelo de Estado:

Lo peor no es el referéndum pactado, lo peor es que plantean incluso una República dentro de una Monarquía Fraternalista y soberanías compartidas, ¿cómo se come eso? Vería incluso correcto que propusieran un indyref pero con la obligación de si gana la independencia luego algún tipo de plebiscito para decidir qué tipo de relación quiere España con Cataluña y viceversa, votación entre iguales, eso es soberanía compartida si se pide eso, no el humo de una República dentro de una Monarquía porque eso sí que es imposible, inviable y estúpido. Ciertas posturas o gesticulaciones solo dan a entender que creen que la ciudadanía es imbécil y analfabeta, porque tomar por tontos a sus votantes parece ya la costumbre de su praxis. Piden decidirlo todo dentro de España cuando Cataluña solo tiene competencias limitadas y presupuestos condicionados, juegan con el desconocimiento del votante menos politizado para venderles ideas de difícil ejecución. Aún hay más, juegan a hacerle la pelota a la Vanguardia, el Periódico, E-Notícies y demás medios que practican la infoxicación desde ciertas líneas editoriales. Tildan de poco revolucionarios a los que pretender romper con todo un Estado y todo lo que conlleva, mientras piden clemencia de rodillas al que les oprime mendigando un pactito que nunca llegará, lo sabemos y ellos lo saben. Desde el momento que en el Parlament los que aplauden a Rabell y Coscubiela son los de Ciudadanos, PSC y Partido Popular, es que algo están haciendo para que así sea.

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