Tras unos cuantos años en las redes sociales puedo afirmar que hay personas que evolucionan, grupos reducidos o tribus urbanas que aparecen y de la noche al día pierden fuelle social. Pero hay un sector que sigue igual, con los mismos mensajes vacíos y absurdos, viven en la zona de confort argumental y si les sacas de ahí salen de la caverna de Platón, sí, hablo de los nazis o diferentes vertientes del fascismo “moderno”. Como ha pasado en las últimas décadas, los grupos de la extrema derecha juegan a los eufemismos o a tirar de marketing barato para disfrazar su ideología, no saben ni lo que defienden. Un día ensalzan las leyes proteccionistas de Hitler, el otro suben un discurso de Onésimo Redondo y acto siguiente te usan simbología del Jobbik húngaro. Mezclan modelos, niegan ser nacionalsocialistas, algunos dicen que no, que son nacionalrevolucionarios, apoyan personajes nacionalsindicalistas pero que a la vez los puristas del fascismo dicen que éstos son teólogos de su pensamiento filosófico, caos mental dentro de mentes reducidas, como resultado, absurdez.

Llega un momento en el que tras discutir o debatir con tantos en las redes sociales de forma habitual, se vuelven predecibles y de patrón muy fácil desmontable. El perfil es muy fácil de identificar, tras el ignaro siempre aparece el mismo escaparate, romanticismo hacia la mitología nórdica, rechazo al multiculturalismo, 50 fotografías de islamofobia, negacionismo del Holocausto y tributos a fascistas varios, de ahí no salen. Su zona de confort se basa en rechazar a los refugiados, anteriormente a los inmigrantes que “venían a robarnos el trabajo”, negar el Holocausto para así señalar el malo, la propaganda capitalista, de paso aprovechan y señalan a la URSS y el pensamiento soviético con ello, enlazan con Katyn, “manipulación de cuerpos”, Dresden, victimismo de la identidad europea y acaban con Krasny Bor y la cooperación española con la División Azul al salvador de Germania y Europa. Mismo discurso y de fácil enlace entre temas donde se sienten cómodos, ahora, ¿qué pasa cuando les sacas de ahí? ¿Qué pasa cuando les hablas de algo más complejo? Pasa lo siguiente, ellos construyen su ideología ensalzando un romanticismo patriótico que carece por completo de teoría sólida en la base, no encontrarás nunca un solo libro escrito por Onésimo Redondo, Ramiro Ledesma, Jose Antonio, Hitler, Mussolini, Goering, Goebbels o Szálasi sobre pensamiento económico o modelos complejos, todo humo y propaganda.

Últimamente cada vez que un iluminado me viene a debatir sobre inmigración o política territorial, les pregunto por su modelo, sus soluciones, y siempre la misma respuesta, contestaciones de niño pequeño del estilo:

-5 millones de inmigrantes, si los echamos, 5 millones de parados menos.

-Tenemos que proteger el producto nacional a toda costa y salvar primero a los de aquí.

-La identidad europea está en riesgo y hay que salvarla a toda costa.

Un no parar de despropósitos, cuando les preguntas que cómo implantarían sus medidas en globalización y un mundo competitivo, donde incluso desde Singapur tu tienda online puede tener competencia, no saben contestar, no responden a absolutamente nada, no saben cómo obtendrían materias primas que España no tiene, no saben qué política monetaria usarían cuando apelan a la peseta, no saben qué política arancelaria tendrían con el efecto frontera si se cierran a otros países o tratados económicos con su autarquía, no saben absolutamente de nada. Incluso suben imágenes comparando el precio de los bienes en pesetas de 1999 con los precios en euros del 2010, una chorrada maestra porque lo usan para decir que antes éramos más ricos así sin más. Sueltan chorradas de precios sin saber absolutamente nada de IPC o coste de la vida, sin saber relacionarlo con salarios y políticas de devaluación interna, no argumentan nada sobre medidas inflacionarias, se quedan anchos. Incluso me llegaron a decir que como Hitler fijó precios que en el III Reich no tenían inflación, sin hablar de mercado negro y corrupción burócrata, sin hablar de la fábrica de BMW de Dachau con mano de obra esclava en tiempo de preguerra, es absurdo, se quedan callados cuando les sacas el tema de Suiza y los francos suizos convertibles en posición neutral. Podría seguir con mil argumentos, pero siempre la misma respuesta, todo es mentira y lo tuyo está manipulado, acaban con 5 fotos de chimeneas falsas en campos de concentración, fotos de cuerpos de Katyn o Dresden usadas de forma errónea o te hablan del Zyklon B como gas menor para insectos simplemente.

Os voy a dejar un ejemplo de encuentros que he tenido con esta gente, vamos, ilustradísimos del Colegio de Economistas, se nota:

Siempre que os intenten vender la salvación del país, preguntadles sobre temas técnicos, infraestructuras, gestión de las mismas, balanzas comerciales y transferencias de capitales, a ver qué os contestan. Cabe decir que por lo menos, los marxistas tienen base teórica sólida, ayudan al debate, pueden contraponer con la teoría del valor/trabajo o incluso con cualquier postulado de Maurice Herbert Dobb o Paul Swezzy, los fascistas jamás os replicarán con nada así, aprovechad ese vacío argumental y que vomiten en su propia bilis.