Me encanta cuando salen campañas homófobas o discriminatorias porque caen caretas por doquier, la caspa nacional sale a relucir con su mejor atuendo. Tras la campaña del autobús que discriminaba colectivos vulnerables o estigmatizados podemos presenciar un espectáculo vergonzoso, esperpéntico y bochornoso a la vista de cualquier ser humano empático. Como buen masoquista de la política y la sociedad me dispuse a ver Intereconomía, tocaba un mano a mano entre el presidente de HazteOir y autores de la campaña del autobús, Ignacio Arsuaga y Rubén López, activista FELGTB. En la mesa estaban todos los blancos, católicos, heterosexuales y ciudadanos del mundo dispuestos a defender sus privilegios con los que han nacido. Solo una persona estaba “cuerda” ahí, el exdiputado de UPyD Julio Lleonart, fue el único que mostró empatía y comprensión, el resto rozó la vergüenza ajena a cada palabra soltada más si cabe habiéndoles aguantado otros programas con temáticas distintas. Un señor dijo que existía la heterofobia porque el Lobby Gay no le tenía en cuenta, supongo que le molesta que no le llamen los organizadores de la cabalgata del Orgullo Gay para pedirle permiso a él.
¿De qué heterofobia hablan? ¿Han probado el conocer esos ambientes o personas a las que tanto miedo o rechazo tienen? Cuando hablan de anomalías o si es natural o no ser X me entra una mala hostia descomunal, están hablando con esos términos de gente con la que convivo a diario o personas que han sido discriminadas socialmente activa y pasivamente. ¿Natural? ¿Dicen eso cada vez que va el ciego de Libertas al Gato al Agua? Porque si nos ceñimos a la definición biológica a la que acuden siempre con la supervivencia de la especie ese señor a los 4 días está desaparecido. ¿Dicen lo mismo de toda esa gente que va a Lourdes? No, esa gente que va ahí pertenece a su tribu y la hipocresía existe para tapar estos vacíos argumentales. El Presidente de HazteOir hablaba de Inquisición Gay, lo redundante ya es usar una institución creada en nuestro país que enjuiciaba incluso a muerte en nombre de Dios a todo el que salía de sus normas morales o constructos. Yo como hombre heterosexual jamás me he sentido discriminado o rechazado por nadie por esos 2 detalles en 29 años de vida, cosa que no puede decir la mayoría de personas de otro género.
¿Heterofobia? Los roles que adjudicamos culturalmente de forma inconsciente sí que discriminan y lastran emocionalmente a miles de niños cuando están en fases de definición individual. En mi casa son católicos practicantes pero practican algo más importante que eso, la empatía y el respeto. Son personas que les da igual las definiciones científicas y que aplican sus creencias hacia ellas mismas y hacer el bien como me suelen decir, pero jamás lo usan como arma arrojadiza para atacar a nadie o discriminar de forma injusta. No estoy bautizado y siempre me han dado a elegir, jamás me han hablado mal del que es distinto a mí y nunca se han metido en mi vida a la hora de tomar decisiones importantes. Por eso me enerva con desmedida ver a gente con corbata en tertulias generando odio, porque eso sí genera odio innecesario, no una cabalgata donde TODOS y TODAS estamos invitados siempre a pasárnoslo bien, solo intentan hacerse oír y ver de la forma más divertida posible, suficientes décadas y sangre ha corrido para que puedan hacerlo libremente. Para toda persona que no quiera reconocer plenos derechos a una persona de género distinto recordadle que incluso los manuales de psiquiatría dejaron de catalogarlo como trastorno hace bastante tiempo, el día que esos manuales cataloguen el odio y los valores de mierda los psiquiatras en España quedarán saturados.